(un joven y un viejo. ambos en remera)
- Joven, ¿sabrá decirme dónde queda La Paz?
- Para arriba.
- ¿Siempre?
- Siempre, hasta llegar.
. ¿Y entonces?
- Entonces allí estará.
- ¿Luego?
- Pues habrá llegado.
- ...
- ¿No es a dónde quiere ir?
- Claro. ¿Conoce usted?
- Sí, estuve; hace varios años.
- ¿Qué hace, que puede uno hacer allí?
- Bueno, lo que desee, supongo.
- ...
- ...
- Bien... ¿Conoce usted El Deseo?