- - Usted se ríe porque no son sus huesos, pero a mí me dan ganas de largarme a llorar. El último tropiezo me dejó patasparaarriba.
- - Deberías alegrarte… Sabés que a los tumbos, y no de otra manera, se aprende. A los golpes hemos aprendido todos.
En - Entiendo, pero créame que preferiría ir frenando acá y quedarme con lo que ya aprendí…
- - (Carcajada) Y decime... ¿quién te dijo que yo aprendí porque quise?