Tuesday 20 March 2012

Haz lo que yo digo


            Queremos plantear una queja o decir algo.
Lo primero que salta a la vista de Alonso Carbonizado es que es un tipo muy sensible, y salta a la vista porque, una vez, decidió escribirse en una remera blanca “No soy sensible” en la parte de adelante y “No es cierto” en la de atrás. Entonces si lo pensó tanto algo de eso hay (1). También escribió, debajo de las leyendas que mencionamos recién, una suerte de disculpa por su mala caligrafía y por lo gastado de su marcador, y que quiso hacer una tipografía parecida a la Garamond Premier Pro (ésta), pero le salió una Comic Sans MS (ésta otra). Además, se dibujó una manga como si fuera una camisa a cuadros bastante elegante; en la otra puso varios números y dibujó un salamín y un queso y una cerveza; donde le quedó espacio libre, mandó frases sacadas de Wikiquote, y bien chiquito con birome escribió insultos.
                Otra cosa que salta a la vista pero no guarda tanta coherencia es que siempre lleve puestos los botines de fútbol 5. Una vez un amigo se preguntó –y a la vez nos preguntó-, cuando estábamos todos juntos en una ronda pero Alonso no estaba: “¿Porqué mierda Alonso siempre usa los botines?”. “No sé”. “No sé, che”, fuimos diciendo de a uno. Y había uno que no dijo nada, y sin querer todos lo miramos esperando que lo diga, que no sabía, y lo dijo.
Lo que cambia demasiado son los pantalones: pasó por todos los tipos de pantalones y al final dice que le gustan unos de lana de varios colores (pero predominan el negro y el violeta o fucsia). Y hace así: una semana usa los de lana, a la siguiente experimenta hasta el calzoncillismo y en la otra vuelve a los de lana. Se ríe y dice “ya sé…”.
                Tenemos una duda bastante grosera y es que no nos consta que se llame Alonso. Más bien sospechamos que Alonso es el apellido y que el nombre debe ser Miguel, Gustavo, Pablo, Joan, Gruntzio o Ríspides. No sospechamos ni de Hugo ni de Celedonio y esos, porque los usaría. Y Carbonizado sabemos que no se apellida, porque su viejo se llama  Galvanizado y tanta coincidencia no puede haber. Y además su abuela, aunque escabia duro, no es de las que le hubieran puesto el musical Galvanizado Carbonizado a su hijo.
                Todavía no sabemos bien bien cómo es físicamente; su física aspectal. Pero tiene forma parecida a todos nosotros y creemos que la misma cantidad de partes del cuerpo, así que calculamos que será más o menos como cualquiera agregándole alguna característica extra que sea suya sola. Pero esto nos pasa entre todos los amigos más alguno cualquiera que siempre está ahí. Porque te distraés charlando o si te cuentan algo, y tampoco le vas a pedir que se esté quieto para junarlo plenamente. Así que se supone que cada uno siempre es el mismo que viste ayer. Tenemos una fe vagamente ciega en eso.
                Eso sería lo básico. Después… no sé, hace algunas buenas imitaciones y varias pésimas y juega bien al fútbol, le gusta martillar cosas, se duerme parado si aprieta el sueño y escucha música. Y buen, le gustan mucho las mujeres (y también cuando era chico pasó por una adicción abismal al rinraje). Tampoco es que siempre, siempre usa los botines, pero siempre está enamorado o eso creía hasta que se enamoró.
                Y ahora viene la queja: Cuando se habla de alguien “sensible” o de “carácter” o “particular”, ¿Qué se quiere decir o señalar exactamente, que posee un carácter, que siente, que es él y no otro? Lo que es seguro es que cuando tildamos a alguien –incluso a uno mismo- como una persona de “carácter” o “particular” o “sensible” no es eso lo que estamos queriendo decir. Quien no se piense una persona “de carácter” que lo diga y le diremos que miente, que está “loco” o que si no se digna a adjetivar le vamos a dar una “paliza”. Esto vale para nosotros también y servirá de manifiesto en proyectos ulteriores. Es una verdadera pena que esta queja que es también un homenaje a nuestro chivo expiatorio Alonso Carbonizado revista la peculiaridad de ser semántica y no de algún otro tipo, como una queja simbólica, utópica, climatológica o al menos ibérica.

Otro que también estaba ahí: -Pero también es simbólica, boludo.

Yo (casi ofuscado, casi de fiesta): -Bueno, entonces todo esto no será más que un homenaje a Alonso Carbonizado; una mera descripción, quizás, de algunos de sus rasgos personales, casi todos ellos superficiales y que en nada nos dicen algo acerca de nada que tenga verdadero peso a la hora de conocer a alguien, carbonizado.

Un tercero que también estaba, de frac y muy prolijo, pero no le interesaba el asunto: -Nada has dicho acerca de los cánones.

El que se dio a conocer como Yo: -Por todo lo expuesto y nuestras sucesivas contradicciones, rayanas en lo estúpido, este documento pierde la validez ilusamente deseada y ahora pretende dejar una sola enseñanza (porque también nosotros somos gente “sentimental” -y contradictoria- y pensamos en mejorar muchos aspectos y anular otros y en ser felices y a veces en empeorar alguno de vez en cuando. ¿O acaso a alguien podría ocurrírsele que sólo nos dedicamos a hablarle a la gente acerca de Alonso Carbonizado, o sea, un amigo, y a contradecirnos?). Va: NO DEBE UNO ERIGIR ESE CANON IDIOTA a partir del cual las personas son “más que” o “menos que” o “así” o “asá”, “que pun”, “que pan”, y quelotro, queloses pejos, siempre mirando a ese extraño muñeco-ser humano modelo que no es nadie porque no existe o está hecho de cera y miedo. ¡Qué belleza!, nos hemos emocionado hasta la comezón y ahora nos vamos todos rascándonos algo hacía la casa de Un cuarto que también anda por acá y quiere irse.

El Gnomo Reznik, de la Filarmónica Cósmica, canta “la realidad no es una ciencia, para que intentes comprenderla”. Y aquí, aquí mismo detenemos nuestra verba.

Nos gustaría decir, en vez de “detenemos nuestra verba”, algo acerca de la “sin hueso” y que cómo le damos, pero los tiempos corren y las  candorosas muchachas otrora ingenuas y de tules van a pensar que queremos armar bolonqui o ronda de chistes verdes. Y entonces nosotros accederíamos y nos olvidaríamos inmediatamente de Alonso Carbonizado y los cánones. Pero no, porque ahora estamos LA-BU-RAN-DO.
               

ALGO MÁS: nos avergüenza nuestra propia mediocridad. Hubiéramos querido hacer algo mucho, mucho “mejor” y “más hermoso” con nuestras palabras (en cambio nos seguimos cagando en lo que dijimos de los cánones). Pero estamos juntos y, por aquello que nos avergüenza (la medioc…), nos olvidaremos de aquello que nos avergûenza. Ya suena Heroes, de Bowie, y hay cerveza. Hola.

LO ÚLTIMO: parece que el Cuarto que también andaba por allá es Alonso; estamos en su casa y nos dijo que él nunca se dibujo esa remera; que nos dijo veinte veces que la única remera que se dibujo fue una con la lengua Stone y se le perdió; que no habló durante la "asamblea" porque luchó hasta recién con un alfajor de maicena que se negaba a bajar. Y que está hinchado las pelotas de que lo jodan con el chistecito de la remera que dice “soy sensible” todo porque una vez vio una paloma aplastada en la calle y dijo “pobrecita”. Pero también dijo que le gusta ser el chivo expiatorio y que el homenaje lo llena de honra. Y que los botines los usa mucho porque en general no encuentra las demás cosas para ponerse en los pies.

(1) Enmienda: No. "Si lo pensó tanto algo de eso hay" no.
NOSOTROS -"Speculum speculum, ¿cuál era esa verdá que nos batiais?
SPECULUM: -"El mayor de los vicios es la ligereza. Todo lo que llega a la conciencia es justo".
NOSOTROS: -Ajá... Pues más que al nuestro, usté se está pareciendo mucho al reflejo de Oscar Wilde.
SPECULUM: -En tanto abunden y sigan naciendo cofradías de oscura calaña como la vuestra -aunque también las nobles e interesadas- no habrá exclusividad en el vidrio de los espejos; nos turnamos según nos necesiten, y si ayer observaba a un triste irlandés royéndose de pena en Reading, mañana quizás le haga muecas a Benedetti mientras se afeite o me toque, por fin, tenerla un ratito a ella de frente, mirandoseme tan bella y por irse a algún lugar.
NOSOTROS: Farsante. La cita la habéis choreado, no se hable más. Usté es tan espejo nuestro y de nadie más. Pero no nos ha ayudado con la enmienda; tendremos que arreglarnos solos. Rajad.
SPECULUM: -Bueno, che.
Pues, estábamos en el "No": el "tanto" es obra nuestra, y Alonso es de unas imágenes tan variadas y a veces tan de sustitución de importaciones que mandarnos la parte con algo así es de gil y corajudo.