Queremos plantear una queja o
decir algo.
Lo
primero que salta a la vista de Alonso Carbonizado es que es un tipo muy
sensible, y salta a la vista porque, una vez, decidió escribirse en una remera
blanca “No soy sensible” en la parte de adelante y “No es cierto” en la de
atrás. Entonces si lo pensó tanto algo de eso hay (1). También escribió, debajo de
las leyendas que mencionamos recién, una suerte de disculpa por su mala caligrafía
y por lo gastado de su marcador, y que quiso hacer una tipografía parecida a la
Garamond Premier Pro (ésta), pero le salió una Comic Sans MS (ésta
otra). Además, se dibujó una manga como si fuera una camisa a cuadros bastante
elegante; en la otra puso varios números y dibujó un salamín y un queso y una
cerveza; donde le quedó espacio libre, mandó frases sacadas de Wikiquote, y
bien chiquito con birome escribió insultos.
Otra cosa que salta a la vista
pero no guarda tanta coherencia es que siempre lleve puestos los botines de
fútbol 5. Una vez un amigo se preguntó –y a la vez nos preguntó-, cuando
estábamos todos juntos en una ronda pero Alonso no estaba: “¿Porqué mierda
Alonso siempre usa los botines?”. “No sé”. “No sé, che”, fuimos diciendo de a
uno. Y había uno que no dijo nada, y sin querer todos lo miramos esperando que
lo diga, que no sabía, y lo dijo.
Lo
que cambia demasiado son los pantalones: pasó por todos los tipos de pantalones
y al final dice que le gustan unos de lana de varios colores (pero predominan
el negro y el violeta o fucsia). Y hace así: una semana usa los de lana, a la
siguiente experimenta hasta el calzoncillismo y en la otra vuelve a los de
lana. Se ríe y dice “ya sé…”.
Tenemos una duda bastante
grosera y es que no nos consta que se llame Alonso. Más bien sospechamos que
Alonso es el apellido y que el nombre debe ser Miguel, Gustavo, Pablo, Joan, Gruntzio o Ríspides. No sospechamos ni de Hugo ni de Celedonio y esos, porque
los usaría. Y Carbonizado sabemos que no se apellida, porque su viejo se llama Galvanizado y tanta coincidencia no puede
haber. Y además su abuela, aunque escabia duro, no es de las que le hubieran
puesto el musical Galvanizado Carbonizado a su hijo.
Todavía no sabemos bien bien
cómo es físicamente; su física aspectal. Pero tiene forma parecida a todos
nosotros y creemos que la misma cantidad de partes del cuerpo, así que
calculamos que será más o menos como cualquiera agregándole alguna
característica extra que sea suya sola. Pero esto nos pasa entre todos los
amigos más alguno cualquiera que siempre está ahí. Porque te distraés charlando
o si te cuentan algo, y tampoco le vas a pedir que se esté quieto para junarlo
plenamente. Así que se supone que cada uno siempre es el mismo que viste ayer.
Tenemos una fe vagamente ciega en eso.
Eso sería lo básico. Después… no
sé, hace algunas buenas imitaciones y varias pésimas y juega bien al fútbol, le
gusta martillar cosas, se duerme parado si aprieta el sueño y escucha música. Y
buen, le gustan mucho las mujeres (y también cuando era chico pasó por una
adicción abismal al rinraje). Tampoco es que siempre, siempre usa los botines,
pero siempre está enamorado o eso creía hasta que se enamoró.
Y ahora viene la queja: Cuando
se habla de alguien “sensible” o de “carácter” o “particular”, ¿Qué se quiere
decir o señalar exactamente, que posee un carácter, que siente, que es él y no
otro? Lo que es seguro es que cuando tildamos a alguien –incluso a uno mismo-
como una persona de “carácter” o “particular” o “sensible” no es eso lo que estamos
queriendo decir. Quien no se piense una persona “de carácter” que lo diga y le
diremos que miente, que está “loco” o que si no se digna a adjetivar le vamos a
dar una “paliza”. Esto vale para nosotros también y servirá de manifiesto en
proyectos ulteriores. Es una verdadera pena que esta queja que es también un
homenaje a nuestro chivo expiatorio Alonso Carbonizado revista la peculiaridad
de ser semántica y no de algún otro tipo, como una queja simbólica, utópica,
climatológica o al menos ibérica.
Otro que también
estaba ahí: -Pero también es simbólica, boludo.
Yo (casi ofuscado, casi de fiesta): -Bueno, entonces
todo esto no será más que un homenaje a Alonso Carbonizado; una mera
descripción, quizás, de algunos de sus rasgos personales, casi todos ellos
superficiales y que en nada nos dicen algo acerca de nada que tenga verdadero
peso a la hora de conocer a alguien, carbonizado.
Un tercero que
también estaba, de frac y muy prolijo, pero no le interesaba el asunto: -Nada
has dicho acerca de los cánones.
El que se dio a
conocer como Yo: -Por todo lo expuesto y nuestras sucesivas contradicciones,
rayanas en lo estúpido, este documento pierde la validez ilusamente deseada y
ahora pretende dejar una sola enseñanza (porque también nosotros somos gente
“sentimental” -y contradictoria- y pensamos en mejorar muchos aspectos y anular
otros y en ser felices y a veces en empeorar alguno de vez en cuando. ¿O acaso
a alguien podría ocurrírsele que sólo nos dedicamos a hablarle a la gente
acerca de Alonso Carbonizado, o sea, un amigo, y a contradecirnos?). Va: NO DEBE UNO ERIGIR ESE CANON IDIOTA a partir del cual las personas son
“más que” o “menos que” o “así” o “asá”, “que pun”, “que pan”, y quelotro,
queloses pejos, siempre mirando a ese extraño muñeco-ser humano modelo que no
es nadie porque no existe o está hecho de cera y miedo. ¡Qué belleza!, nos
hemos emocionado hasta la comezón y ahora nos vamos todos rascándonos algo
hacía la casa de Un cuarto que también anda por acá y quiere irse.
El Gnomo Reznik, de
la Filarmónica Cósmica, canta “la
realidad no es una ciencia, para que intentes comprenderla”. Y aquí, aquí
mismo detenemos nuestra verba.
Nos gustaría decir,
en vez de “detenemos nuestra verba”, algo acerca de la “sin hueso” y que cómo
le damos, pero los tiempos corren y las
candorosas muchachas otrora ingenuas y de tules van a pensar que
queremos armar bolonqui o ronda de chistes verdes. Y entonces nosotros
accederíamos y nos olvidaríamos inmediatamente de Alonso Carbonizado y los
cánones. Pero no, porque ahora estamos LA-BU-RAN-DO.
ALGO MÁS: nos
avergüenza nuestra propia mediocridad. Hubiéramos querido hacer algo mucho,
mucho “mejor” y “más hermoso” con nuestras palabras (en cambio nos seguimos
cagando en lo que dijimos de los cánones). Pero estamos juntos y, por aquello
que nos avergüenza (la medioc…), nos olvidaremos de aquello que nos avergûenza.
Ya suena Heroes, de Bowie, y hay cerveza. Hola.
LO ÚLTIMO: parece
que el Cuarto que también andaba por allá es Alonso; estamos en su casa y nos
dijo que él nunca se dibujo esa remera; que nos dijo veinte veces que la única
remera que se dibujo fue una con la lengua Stone y se le perdió; que no habló durante la "asamblea" porque luchó hasta recién con un alfajor de maicena que se negaba a bajar. Y que está
hinchado las pelotas de que lo jodan con el chistecito de la remera que dice
“soy sensible” todo porque una vez vio una paloma aplastada en la calle y dijo
“pobrecita”. Pero también dijo que le gusta ser el chivo expiatorio y que el
homenaje lo llena de honra. Y que los botines los usa mucho porque en general
no encuentra las demás cosas para ponerse en los pies.
(1) Enmienda: No. "Si lo pensó tanto algo de eso hay" no.
NOSOTROS -"Speculum speculum, ¿cuál era esa verdá que nos batiais?
SPECULUM: -"El mayor de los vicios es la ligereza. Todo lo que llega a la conciencia es justo".
NOSOTROS: -Ajá... Pues más que al nuestro, usté se está pareciendo mucho al reflejo de Oscar Wilde.
SPECULUM: -En tanto abunden y sigan naciendo cofradías de oscura calaña como la vuestra -aunque también las nobles e interesadas- no habrá exclusividad en el vidrio de los espejos; nos turnamos según nos necesiten, y si ayer observaba a un triste irlandés royéndose de pena en Reading, mañana quizás le haga muecas a Benedetti mientras se afeite o me toque, por fin, tenerla un ratito a ella de frente, mirandoseme tan bella y por irse a algún lugar.
NOSOTROS: Farsante. La cita la habéis choreado, no se hable más. Usté es tan espejo nuestro y de nadie más. Pero no nos ha ayudado con la enmienda; tendremos que arreglarnos solos. Rajad.
SPECULUM: -Bueno, che.
Pues, estábamos en el "No": el "tanto" es obra nuestra, y Alonso es de unas imágenes tan variadas y a veces tan de sustitución de importaciones que mandarnos la parte con algo así es de gil y corajudo.