Friday, 20 January 2012

Perdumen


ávido vacío que en la tierna edad
se forjó de tus límites rozagantes
y en el apocamiento de la soledad
libase el recuerdo fulminante

deliciosa potestad que sublevo
para secarme y nutrirte de nuevo
con un secreto de sangre en la boca
y un ansia loca [en todo el cuerpo

¡pero ni en la voracidad terrible
el religioso perfume es asible!
y los ojos como viejos pañuelos

y los días escarpados de anzuelos
y el atosigamiento invisible
del miedo

1 comment:

Pepa Barragán said...

Maravillosos poemas los tuyos.Te sigo.Un abrazo Pepi Barragán